01.- Y ESTO... ¿POR QUÉ?

En esta ocasión, adecuándonos a Fontcuberta (2001:71) cuando habla para un alumno: “un ciudadano alfabetizado políticamente en el mundo de las emociones es un ciudadano mucho más capaz de efectuar una lectura crítica del mensaje que está recibiendo de los políticos”.

Internet y las Redes Sociales, es lo que ha permitido: Que podamos observar cómo llega a un pensamiento una persona de referencia, que puedas compartir con él el tuyo o tus matices. Que nos encerremos menos en nuestras burbujas. Que nos abramos a un mundo nuevo.

1.1.- INTERNET COMO DRAMA

Pero es evidente que las organizaciones y también las empresas, tienen lo que podríamos denominar, como un “drama” con Internet y las redes sociales. Seguimos pensando en la cultura de la Web estática, 1.0, en la que colgar nuestra nota de prensa de turno, a la espera de que algún periodista la lea.

Es la cultura del periodista-oficinista, esa en la que los gabinetes de comunicación y los planes de comunicación están dirigidos por periodistas, escritos para periodistas, dirigidos a periodistas, que a su vez sólo responden a Ejecutivos o políticos que también les desborda Internet. Cuando la realidad se está imponiendo, y los planes de comunicación deberían estar dirigidos por un Relaciones Públicas (que nada tiene que ver con el repartidor de entradas de discoteca, como algunos quieren pensar), y en su gabinete tiene que contar con un experto en la comunicación a través de las redes sociales, al mismo nivel que con los plumillas de toda la vida.

El drama de las organizaciones y empresas en Internet, es que algunas aún no se han dado cuenta de la importancia de la intermediación entre sus estructuras (partidos, gobiernos, administraciones, empresas) con los ciudadanos. O mejor dicho, aun no se han dado cuenta que esas intermediaciones, ya no volverán a ser como lo han sido siempre. Para ello, hay que evolucionar y convertirse en estructuras distribuidas.

Como dice Cesar Calderón “los ciudadanos huyen más de las cosmogonías y prefieren participar en estructuras organizativas efímeras que ofrezcan participación, transparencia y  soluciones concretas a los problemas concretos. Y la red es la herramienta que les proporciona la argamasa necesaria para eso”

Este es un mensaje que parece que parece que han podido captar algunas organizaciones, principalmente las juveniles, y algunas empresas, y están intentando adentrarse en él, aunque de una manera desordenada todavía y poco reflexionada.