1 de septiembre de 2014

Lucy, o ¿dónde quedó el Quinto Elemento?

Han pasado 17 años desde que Luc Besson filmase "El quinto elemento", y desde hace 17 años, exceptuando "Juana de Arco", no había vuelto a realizar una superproducción de ciencia ficción. Y parece que ha pasado mucho tiempo. 

Podríamos resumir Lucy centrándonos en un Luc Besson que viene de "el tiempo no es importante, sólo la vida es importante" (El Quinto Elemento) a un "sin el tiempo no existiríamos" (Lucy). Parece que nos quiere decir que 17 años después se ha dado cuenta que tiempo y vida vienen a ser la misma cosa, que ya no hay otra cosa fuera del tiempo, que no hay universos paralelos que conquistar, que no hay cosas más importantes dentro de nuestro propio tiempo por los que merezca la pena pararlo y comenzar a vivir. Que estamos abocados a vivir el tiempo que se nos ha dado sin salirnos del guión, de la línea marcada por ese universo que, sin tiempo, carece de existencia. Que 17 años después se ha dado cuenta que la utopía no merece la pena, que nos resignemos, que no luchemos, que da igual que pienses (luego existes), que pensarás y existirás, sólo si hay tiempo




No les negaré que "El quinto elemento" fue la primera película de la que me obsesioné (luego vinieron Matrix, Gladiator, El señor de los anillos...). No les negaré que Mila Jovovic (o mejor dicho, Leeloo y su pelo naranja) fue mi primer amor platónico del cine. Pero aun afirmando esto, puedo decir con objetividad que nadie sabe dónde ha quedado aquel Luc Besson. 

Una película de 40 minutos menos (claro que, ¿qué mas nos podían contar?), con una hipótesis que promete, pero un guión que no está a la altura. Unos malos malísimos (pero que hasta en la increible Hollywood hubiese sido sencillo eliminar antes), un Morgan Freeman con poco personaje para su talla, un francés sin apenas papel para ser el secundario galán, un final a la altura de la película.  

Le falta todo. Y para faltarle todo, incluso minutos, también le sobra demasiado. ¿A qué viene ese beso? Si, ya se, para que no pierda humanidad. Pero ese beso es el mejor ejemplo de que todas las tramas de la película están cerradas en el mismo minuto que las abren. 

Parece que la Leeloo de Besson hablaba de él, y no de los humanos cuando decía "Los humanos sois muy extraños, todo lo que creáis se usa para destruir". 

No paguéis por ella. En serio. 

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